lunes, 2 de mayo de 2011

BIOGRAFIA



La vida del ingeniero LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO se confunde con la de la Organización que lleva su nombre y de la cuál es su creador e impulsor principal: la más grande firma urbanizadora y constructora de Colombia.
Bachiller a los 15 años de edad e ingeniero civil de la Universidad Nacional a los 21, sus calificaciones le brindaban la oportunidad de una beca para proseguir sus estudios en los Estados Unidos. Pero llevaba varios meses trabajando para Santiago Berrío González, ingeniero antioqueño y se había casado con la señorita Fanny Gutiérrez en enero de 1955. Su grado reciente le permitía el ascenso a una subgerencia, por lo cuál decidió quedarse y desde su cargo supervisó obras como la construcción de carreteras, entre ellas la de Bogotá a Choachí y la de Cúcuta al Catatumbo, así como de los tramos del Ferrocarril del Atlántico entre Gamarra y San Alberto, y entre La Dorada y Puerto Nare.
El 13 de junio de 1956 fue una fecha clave en la fijación del destino de este joven ingeniero bogotano, el penúltimo de nueve hermanos, que ya había ganado experiencia profesional en múltiples frentes, trabajando en firmas constructoras desde sus épocas de estudiante, para ayudarse económicamente.
Ese día, una pandilla de bandoleros armados, que decían tener móviles políticos, secuestraron y dieron muerte a Santiago Berrío González. Ese asesinato se produjo en el sector donde Berrío inspeccionaba personalmente la marcha de las obras que hicieron posible la conexión ferroviaria entre el litoral Atlántico y la capital de la República; y llevó a la liquidación de la empresa contratista. Sarmiento fue encargado, a pedido de los socios y herederos familiares, de la liquidación correspondiente. Con el dinero de las prestaciones sociales como capital, por un monto de diez mil pesos, tomó la determinación de trabajar por cuenta propia.
A fines de 1956, Sarmiento Angulo abrió su primera oficina en el edificio Henry Faux de la Avenida Jiménez, frente al templo de San Francisco y a la Gobernación e Cundinamarca. El arriendo costaba cien pesos mensuales, y ello hacía tolerable que fuese solamente de 15 metros cuadrados y no tuviese vista a la calle. Para obtener trabajo, analizó las licitaciones abiertas y eligió algunas orientadas a la construcción de obras públicas, que por ser pequeñas o estar localizadas en sitios en donde imperaba la violencia política, no alentaban la presentación de ofertas por parte de los grandes contratistas. Esta táctica le funcionó y obtuvo su primer contrato: la construcción del Colegio María Auxiliadora, en Villapinzón, Cundinamarca. A medida que llegaban mas contratos, Sarmiento necesitaba mayor capital y decidió gestionar un primer préstamo bancario en el hoy desaparecido Banco de los Andes por la suma de $4.000.oo, el cual le fue negado.
Transcurridos tres años, y habiéndose enfrentado a 18 contratos de toda clase de obras, como alcantarillados, acueductos, redes telefónicas y de energía, construcción y pavimentación de calles en Bogotá, construcción de escuelas, plantas industriales y vivienda en serie por contratos con la Caja de Vivienda Militar y la Caja de Vivienda Popular, Sarmiento juzgó aconsejable crear una Organización para ensanchar el radio de sus labores y para ello invitó a sus amigos y compañeros de carrera René Salazar y Enrique Santamaría a participar como socios de su naciente empresa. Tenía para entonces 2 oficinas con vista en el edificio Henry Faux.

PRIMEROS AVANCES

La experiencia de la Organización fue enriqueciéndose en materia de obras públicas y de vivienda y comenzó a pensarse en una urbanización por cuenta propia, lo que imponía contar con recursos más amplios de capital. Sarmiento había invertido parte de sus primeros ahorros, por consejo de su hermano Arturo, pionero del cultivo del algodón nacional, en comprar una finca en la región de Codazzi, cuyo desarrollo se iniciaba; tenía 350 hectáreas pero apenas 50 desmontadas. Viajaba todos los fines de semana que podía, e invertía en ella lo que producían las cosechas. Ya se había trocado la proporción inicial, y la finca tenía 300 hectáreas en cultivos cuando decidió venderla en 1961. La Organización había elegido un terreno de diez fanegadas y procedió a negociarlo. El propietario propuso que le comprasen el 40 por ciento del lote, con opción de un año sobre el resto. Aceptó las condiciones, y en las cuatro fanegadas que así obtuvo había que proceder a construir lo m ás pronto posible.
Surgió entonces la idea de utilizar el sistema, recientemente establecido por el Gobierno, de financiación compartida de vivienda, llamado Plan P-3. Consistía en que el valor de una casa se costeara por partes iguales entre tres, el Instituto de Crédito Territorial, la firma urbanizadora cuya intervención aprobara esa entidad oficial, y el comprador, concediéndole a éste último un plazo de diez años para pagar su saldo por mensualidades. La Organización había adelantado ya estudios para urbanizar el lote, y Sarmiento solicitó a ICT ser considerado para la primera concesión de contratos P-3, la cuál le fue adjudicada para la construcción de 100 casas. Eran casas de dos pisos, con sala-comedor y cocina en la primera planta, tres alcobas y baño en el segundo piso. Aquellas casas se vendieron a $33.000, con cuota inicial de $11.000.
Al año Sarmiento compró las seis fanegadas restantes, utilizándolas para 200 viviendas más. La urbanización recibió el nombre de El Paseo.

URBANIZAR


La Organización acometió urbanizaciones que abrieron al desarrollo diversos sectores capitalinos. Cuando se inició, en 1966 la Urbanización Las Villas, en terrenos sobre la antigua carretera a Suba, parecía muy retirada del centro. El proyecto se financió con los recursos obtenidos como fruto de las urbanizaciones anteriores y de otros contratos, pues seguían aceptándolos en frentes muy variados. Era su obra No. 55.
En 1968 se aplicó por segunda vez el sistema P-3 en la Urbanización San Andrés, con financiación parcial del ICT y de otras soluciones de crédito. Hasta 1969, la Organización ejecutó, además de sus propios proyectos, obras por cuenta de terceros, tanto en el ramo de las obras públicas como en el de la vivienda. Los últimos contratos públicos fueron entre otros, la construcción de un sector de la avenida 68, desde la Avenida 1° de Mayo hasta la Carretera del Sur, la construcción de la Avenida Ciudad de Quito, desde la calle 63 hasta la calle 68, con la canalización del río Salitre en ese mismo sector.

POR CUENTA PROPIA

Para 1969, la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo Ltda, ya instalada en su sede del Edificio Internacional, concentró su capacidad económica y de trabajo en actividades autofinanciadas, y mas tarde como accionista de otras empresas. Es así como en 1970, la OLCSAL fue socia fundadora de la Compañía de Seguros Alfa, en 1973 de la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas, y en 1974 de la Corporación Financiera de los Andes. Asimismo contribuyó al desarrollo y progreso del Banco de Occidente y de los Almacenes de Depósito Al-Occidente, desde 1972.
En segunda década de labores, la firma había multiplicado el número de urbanizaciones que hoy integran barrios muy populosos de Bogotá: Villa Adriana, Villa Sonia, Villa Luz, Villa del Rosario, Villa Claudia, Villa del Prado, Villa del Río, Villa de Magdala y muchas otras más.
La actividad urbanizadora de la firma se intensificó desde septiembre de 1972, cuando fue establecido el sistema de Unidades de Poder Adquisitivo Constante, UPAC. Para entonces, en el país se crearon diez grandes entidades crediticias para estudiar solicitudes con destino a la vivienda familiar. La OLCSAL fue la primera en vender una urbanización por el sistema UPAC, Villa Sonia, y aunque se expresaron en su momento y se continua criticando mucho la figura, sin duda se debe reconocer que las UPACs dieron una importante solución a una necesidad social del momento.
Para 1978, las estadísticas disponibles, publicadas por el Centro Nacional de Estudios de la Construcción, CENAC, mostraban como el Instituto de Crédito Territorial y la Caja de Vivienda Popular, adelantaban alrededor de 13.000 unidades de vivienda en Bogotá. El sector privado, por su parte, estaba construyendo para la misma época 12.500 soluciones de vivienda. De las viviendas dirigidas a las clases medias, 2.200, o sea cerca del 60% correspondía a programas de la OLCSAL.
Durante los años ochenta y parte de los noventa, la Organización continuó su labor en el sector, con la construcción de dos desarrollos de interés social: Villa de los Sauces y Villa de los Alpes, dirigidas a satisfacer la demanda de vivienda de los sectores mas populares de la capital. Luego vino la construcción de 8 complejos mas de vivienda, incursionando en el concepto de vivienda multifamiliar. En esos años se edificaron las urbanizaciones: Villa de Aranjuez, Villas del Mediterráneo, Villa Mayor, Villa del Pilar, Villas del Madrigal, Villa del Río, Villas de Granada y Bulevar Las Villas.

LA CRISIS DE LA CONSTRUCCIÓN

La construcción era, hasta la mitad de los noventa uno de los motores de la economía colombiana, pero en 1996 comenzó a debilitarse y se redujo el número de licencias otorgadas para construir. Los tipos de interés subieron hasta un 50% en 1998, dificultando la financiación de la actividad. El número de desempleados se disparó alcanzando el 20,1% en 1999 y la cartera de créditos del sistema financiero comenzó a deteriorarse, especialmente las de las Corporaciones de Ahorro y Vivienda.
En 1999 el terreno construido disminuyó a 5,7 millones de metros cuadrados frente a los 14 millones construidos en 1995, lo que supuso un descenso del 59,2% con respecto a 1995 y un 40,4% menos que lo edificado durante todo 1998 (Departamento Administrativo Nacional de Estadística - Dane).
Muchas de las empresas de construcción entraron en concordato y la gran mayoría quebraron y debieron ser liquidadas. La construcción se paralizó, pero la OLCSAL le hizo frente a la crisis gracias al respaldo que tenía en el sector financiero y redireccionó su camino dedicándose a las obras de urbanismo de conjuntos residenciales y comerciales construidos y a la construcción y adecuación de las oficinas de Bancos y Corporaciones, actividad que continúa desarrollando hasta hoy.

EL BANQUERO

En 1994 la OLCSAL fue sometida a un proceso de reconversión para separar sus diferentes actividades: construcción, finanzas y telecomunicaciones: La construcción siguió en cabeza de la OLCSAL a través de la Empresa Viviendas Planificadas S.A.; creó un holding encargado del manejo de su negocio financiero, Grupo Aval Acciones y Valores S.A., una sociedad de carácter comercial, y en cuanto a las comunicaciones, fundó en 1994 una compañía de telefonía celular "Cocelco " la cuál vendió seis años después, en el año 2000, a la firma estadounidense BellSouth Corp.
La incursión en el sector financiero de Luis Carlos Sarmiento Angulo se remonta a 1972, cuando la OLCSAL adquiere el Banco de Occidente y los Almacenes de Depósito Al-Occidente. Hoy en día cuenta con Fiduciaria de Occidente, Leasing de Occidente, Valores de Occidente, Banco de Occidente Panamá S.A. and Occidental Bank and Trust International, Nassau y Corficolombiana.
El 13 de octubre de 1972, la OLCSAL se constituye en socia fundadora de la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas (desde el año 2000 Banco AV VILLAS), y en 1974 de la Corporación Financiera de los Andes. Desde su creación, AV VILLAS se especializa en la financiación del sector de la construcción y participa de manera integral como fuente de capital tanto para el constructor como para el comprador final de inmuebles. A principios del año 2.000 se fusiona, absorbiendo a la Corporación de Ahorro y Vivienda Ahorramas, entidad que había sido creada en diciembre de 1.972.
En 1987 el Banco de Bogotá entra a formar parte de las empresas de propiedad de la OLCSAL consolidando su desarrollo y proyección dentro del sistema financiero. En 1990, a la luz de la reforma financiera (Ley 45 de 1990), el Banco de Bogotá establece nuevas filiales en Colombia como son: Fiduciaria Bogotá, Leasing Porvenir y Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir. Posteriormente adquiere el 76% del Banco del Comercio, el cuál se fusiona con el Banco de Bogotá, incorporando así con este proceso a la Compañía de Bolsa del Comercio (actualmente Valores Bogotá S.A) y al Banco del Comercio Panamá. Este último más adelante se convertiría en Leasing Porvenir Panamá.
En 1996, el Gobierno Nacional coloca en venta sus acciones del Banco Popular. Así, el 21 de noviembre de 1996, la OLCSAL, a través de la Sociedad Popular Investment Ltda. adquiere el banco. Desde ese momento, comienza su etapa de privatización, de cambio de esquemas para adaptarse a nuevas políticas administrativas y comerciales.

A finales de 1998 el Banco de Bogotá compra el 24.95% de las acciones en circulación en la Corporación Financiera de los Andes (CORFIANDES) y la Corporación Financiera Colombiana adquiere el 98.98% de la Corporación Financiera Santander (CORFISANTANDER); posteriormente en febrero la Corporación Financiera Colombiana se fusiona respectivamente con INDUFINANCIERA y en marzo con CORFIANDES y CORFISANTANDER.

GRUPO AVAL


El 7 de enero de 1994, se constituyó la sociedad "Administraciones Bancarias S.A.", la cuál, después de varios cambios, recibió, en enero de 1998, el nombre de "Grupo Aval Acciones y Valores S.A.", el cuál conserva hasta hoy.
El Grupo controla, entre otras, cinco de las entidades: Banco de Bogotá, Banco de Occidente, Banco Comercial AV Villas, Administradora de Fondos de Pensiones y Cesantías Porvenir y Leasing de Occidente.
La crisis económica, que alcanzó su punto álgido en 1999 cuando la economía se contrajo en un histórico 4,29 por ciento, provocó la liquidación y fusión de unas 70 financieras y un salvamento gubernamental de hasta 6.000 millones de dólares, desde que empezó en 1998.
Contrario al camino seguido por banqueros colombianos de entregar el control de sus firmas a grandes jugadores mundiales o abrazar el salvamento del gobierno, Sarmiento nunca optó por vender alguna de sus financieras, ni siquiera en la ola de compras desatada por los dos mayores bancos de España.
Los resultados de esa política no podían ser mejores. Las entidades que conforman el portafolio de inversiones de Grupo Aval, han estado siempre ligados a una política sana de reinversión de dividendos y administraciones conservadoras y ortodoxas. Aún en las circunstancias adversas por la que atraviesa la economía colombiana, el consolidado de las instituciones financieras subordinadas del Grupo Aval, arroja uno de los mejores resultados del sistema financiero colombiano.

FUNDACIÓN LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO

En 1993, Luis Carlos Sarmiento Angulo decide fundar una entidad sin ánimo de lucro que lleva su nombre y cuyo objetivo era canalizar las múltiples donaciones que Sarmiento y su familia hacían en diferentes frentes, en apoyo a las comunidades menos favorecidas.
Es así como, en su Consejo de Administración, tienen asiento el propio Sarmiento, quien lo preside, su señora y sus hijos, vinculándolos de esta manera al aporte social que, en el entendido de su fundador, debe hacer al país todo colombiano. Cabe anotar, que a diferencia de muchas entidades de objeto similar, que perciben un porcentaje de las utilidades de las empresas de los grupos económicos, Sarmiento decidió que todos los recursos para ejecutar los programas de la Fundación provinieran de su propio peculio y del de su familia; lo anterior, sin perjuicio de los programas de inversión social que adelanta por separado, cada una de las entidades de Grupo Aval, y de aquellos que hace de manera personal el Doctor Luis Carlos Sarmiento Angulo.